Llevamos prácticamente dos años desde que se instauró la subasta pública electrónica como medio de realización de bienes, y creemos que es bueno recordar nuevamente las características y las ventajas de este nuevo sistema. Para que luego digan algunos sectores que los abogados no nos hemos adaptado a las nuevas tecnologías.
Esta forma de venta persigue dos objetivos: por un lado, la claridad del procedimiento y, por otro, la obtención del mayor beneficio posible con la venta de los bienes muebles e inmuebles.
El sistema se encuentra en el conocido Portal Electrónico de Subastas (https://subastas.boe.es) a través del cual se consigue la publicación y celebración de las diferentes subastas que se producen en los juzgados y notarías de toda España. Con este sistema se consigue lograr una mayor simplificación administrativa evitando, al mismo tiempo, el solapamiento de procedimientos.
La existencia de un solo portal ofrece ventajas importantes, entre ellas que el usuario se familiarice con el sistema, bastando para ello que se dé de alta como tal en un único lugar y poder así participar en todo tipo de subastas, como decimos, en todo el territorio nacional.
Además, un solo portal implica la existencia de una única base de datos, lo que permite, por una parte, mantener un solo motor de búsquedas que abarcará la práctica totalidad de las subastas públicas y por otra, el ahorro de costes de alojamiento, mantenimiento y desarrollo de la base de datos.
Las ventajas de la subasta electrónica frente a la presencial son muy importantes, pero en concreto podemos destacar las posibilidades de concurrencia al gran público en general. En las antiguas subastas se requería la presencia física de la persona interesada o de su representante obligándoles a estar en un lugar, día y hora determinados, cuando ahora sólo es necesario un ordenador y un registro previo de identificación.
No olvidemos que este sistema permite multiplicar la publicidad de los procedimientos, facilitar información considerable tanto de la subasta como del bien y, lo más importante, pujar casi en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo que genera un método más eficiente para todos los implicados.
La subasta electrónica goza de todas las garantías jurídicas requeridas en nuestro derecho. Desde el principio se produce una identificación inequívoca de todos los que en él intervienen, mediante certificado reconocido de firma electrónica o mediante firma con sistemas de claves previamente concertadas.
Es importante subrayar que los abogados estamos más familiarizados con el sistema y con los datos judiciales o notariales publicados en el portal que cualquier otro profesional, porque, seamos sinceros, al mismo tiempo que la subasta electrónica ofrece ventajas también existen riesgos que debe supervisar y asesorar un abogado para que luego no haya que lamentarse.